LA ARQUITECTURA LANZAROTEÑA
La arquitectura de la Isla ha sido influenciada por el clima. El blanco es el color predominante de las casas, funciona como espejo ante los rayos solares, permitiendo no elevar la temperatura en el interior.
Las azoteas echadas y los patios inclinados, buscan recolectar la escasa agua de lluvia para almacenarla en estanques de piedra. Techos planos adornados con decoraciones típicas en forma de sombrero o de cúpula. El verde es el color que predomina en puertas y ventanas, se explica porque en el pasado los pescadores usaban los remanentes de pintura, luego de haber pintado sus embarcaciones. La arquitectura tradicional tiene también un toque colonial.
Las influencias portuguesas y andaluzas han dado lugar a una arquitectura particular, como los típicos balcones de madera que cuelgan de las fachadas y de los patios interiores, y los tragaluces típicos de Teguise, por ejemplo. El interior de las casas suele ser muy sobrio. Las casas suelen estar adornadas con piezas de cerámica y alfarería.
No es posible hablar de la arquitectura de Lanzarote, sin mencionar el destacado trabajo realizado por el artista y decorador lanzaroteño César Manrique. Su influencia y su obra es la identidad de la isla.