El pulmón azul de Lanzarote: la riqueza de su mundo submarino
Está en nuestro ADN. Somos agua. La vida surgió en las profundidades del océano hace millones de años y Lanzarote nos lo recuerda cada segundo. ¿Sabes que estás en la mayor Reserva Marina de Europa? Coge aire. Vamos a zambullirnos.
“Somewhere beyond the sea, somewhere waiting for me…” 🎶 Suena el clásico de Bobby Darin en el teléfono mientras nos ponemos los trajes de baño, dispuesto el grupo entero a sumergirse en todos los azules que perfilan los 250 kilómetros de costa que disfruta Lanzarote.
El mundo dedica dos días del año, el 5 y el 8 de junio, a celebrar el Medio Ambiente y los Océanos. Esta isla oceánica los festeja a diario.
Imán para científicos y exploradores marinos
En 1866 el naturalista Ernst Haeckel desembarcó en el Puerto de Arrecife y se declaró fascinado por la “sopa de animales” que encontró en las aguas de Lanzarote. Tras un año de investigación, se marchó habiendo descubierto quinientas especies raras o nuevas para la ciencia. La biodiversidad de este medio marino no ha dejado de estudiarse desde entonces.
Pero, ¿por qué aquí, ¿qué tienen estas aguas que no tengan otras? Las corrientes marinas, la plataforma del vecino continente africano y montañas sumergidas como el Banco de la Concepción influyen en la existencia de un gran afloramiento de nutrientes en nuestro mar. Eso significa vida a raudales.
Margullar y conocer la biodiversidad marina
Decidimos margullar (nadar bajo el agua) y disfrutar del espectáculo en Playa Chica, Caleta de Caballo y el embarcadero de Punta Mujeres. Casi cualquier cala de la isla es un escaparate de biodiversidad. Si además de gozar, queremos hacer ciencia ciudadana, podemos comunicar nuestros avistamientos en la Red Promar del Gobierno de Canarias.
Muy cerca de la orilla de la playa nos cruzamos con salemas, sargos y lisas. En torno a las rocas aparecen unas bellísimas fulas negras, iridiscentes pejeverdes, viejas (peces loro) vestidas de rojo fuego, tapaculos camuflados en los fondos arenosos, sargazos y algas que parecen la boa de plumas de una vedette… Un sinfín de vida al alcance de quien sepa nadar y lleve unas gafas de snorkel.
Mención especial a la Marina de Arrecife, que en plena capital tiene uno de los fondos marinos más valiosos de Canarias. La razón está en su orografía, un laberinto de islotes y bajíos y en su sebalades, pastizales submarinos donde las especies marinas desovan. La infancia se maravilla a cada bajamar, cuando las aguas se retiran y pueden inspeccionar la vida semisumergida que tapiza las rasas. Cabosos, jacas, burgados, lapas y pequeños invertebrados habitan los charcos.“No lo toques, ¡déjalo tranquilo!”, les dicen los mayores. Lecciones de educación ambiental en la playa.
Acantilados, bosques y meros gigantes
El buceo proporciona una de las sensaciones más gratificantes que puedan sentirse. Una mezcla de paz, ingravidez y armonía con el medio marino. Es imprescindible leer la Guía de Inmersiones de Lanzarote para conocer las treinta inmersiones más famosas de la isla (de un total de setenta y cinco posibles). En estas aguas nadan seis de las siete especies de tortugas existentes en el mundo, plateados enjambres de camarones y hasta 259 especies de peces.
Acudimos a un centro especializado que ofrece bautismos de buceo y experiencias para submarinistas avanzados. Como el tiempo acompaña nos decimos por La Pared, un veril en el que vemos gerardias colgantes, corales naranjas, meros enormes y peces trompeta. Salimos con la sensación mágica de haber conocido otra isla. Una Lanzarote frondosa y sumergida, muy distinta de la belleza que exhibe en tierra firme.
Lanzarote tiene bosques y están bajo el mar. Son antiquísimos y están formados por animales coloniales. Los investigadores de un proyecto liderado por la Asociación Biodiversidad Atlántica y Sostenibilidad (ABAS) han pasado los últimos meses divulgando los bosques de coral negro en cuatro institutos de la isla. Ya lo dijo el oceanógrafo Jacques Cousteau: para proteger algo hay que conocerlo.
La costa oriental, un santuario para los cetáceos
¿Sabías que en Puerto del Carmen se encuentra una de las zonas de cría de tiburón angelote más importantes del mundo? Sin este mar, este precioso y pacífico escualo en peligro de extinción estaría perdido.
También tenemos en Lanzarote el privilegio y la responsabilidad de disfrutar de la Reserva Marina más grande de Europa, un oasis del que depende buena parte del equilibrio del ecosistema marino. De no ser por estas aguas, no recibiríamos la visita de treinta especies de cetáceos, más de un tercio de las que existen en todo el mundo: delfines rugosos, cachalotes de dieciocho metros de longitud, calderones grises, zifios de Cuvier capaces de sumergirse hasta los tres mil metros de profundidad, orcas que se alimentan de atunes… La costa oriental de Lanzarote y Fuerteventura es uno de los santuarios más importantes de Europa para estos mamíferos marinos y escenario de numerosos proyectos de investigación para la protección de los cetáceos en las Islas Canarias.
Es básico respetar el hábitat de los animales marinos y no arrojar jamás basura que pueda contaminar el mar y convertirse en una trampa mortal para los animales. Como decimos aquí: “Un respetito es muy bonito”. Los océanos son los pulmones del planeta. Disfrútalos y protégelos. 💙