Festividad de Los Dolores: emoción, cultura y tradición
Septiembre es el mes de las tradiciones en Lanzarote y las fiestas de la Virgen de Los Dolores, su mejor escaparate.
Si deseas conocer mejor nuestro acervo cultural, acompáñanos en este recorrido por seis vivencias únicas y sensoriales, que atesorarás para siempre.
1. Historia. Conoce el milagro que paró los ríos de lava
El paisaje volcánico que nos rodea es el permanente recuerdo de las erupciones que sepultaron pueblos y campos de cultivo, especialmente las que se produjeron entre 1730 y 1736 en Timanfaya. Con este testimonio visual tan presente parece lógico que la patrona de la Isla sea la virgen que hizo el milagro de parar los ríos de lava. Cuenta la historia que los pobladores de Tinajo, aterrorizados por el avance del magma, pidieron ayuda a la Virgen de Los Dolores, prometiendo erigir una ermita bajo su advocación. Un hombre, a riesgo de su vida, clavó una cruz en el borde de la lava y, entonces, en ese mismo punto, la erupción se detuvo, respetando una mancha blanca en medio de la desolación. Así, Mancha Blanca es el nombre del pueblo que acoge la ermita y celebra las fiestas en honor a la Virgen de Los Volcanes.
2. Gastronomía. Degusta el fruto de la tierra volcánica
Para mimetizarnos con el ambiente festivo, probamos los reconfortantes tentempiés que proporciona la tierra mineral de Lanzarote, nutrida a base de fuego y viento. Los productos de secano son, por su propia naturaleza, únicos en el mundo, así que lo mejor que podemos hacer es apostarnos en alguno de los ventorrillos (stands) de la explanada de Dolores y pedir uno de estos clásicos: gofio escaldado, batatas o papas arrugadas con su surtido de mojos, truchas (empanadillas dulces), mantecados de canela, higos y tunos, bocadillos de pescado recién sacado del Atlántico, quesos artesanales de cabra, garbanzas, lentejas de Lanzarote o carne de fiesta (cochino). Acompañemos la degustación con los vinos de la Denominación de Origen y estaremos en condiciones de empezar nuestra ruta.
3. Romería. Experimenta el rito de la convivencia
Antes de sumarnos a la romería, que este año se celebra el sábado, 9 de septiembre, debemos asegurarnos de que nuestra vestimenta es la adecuada. Es muy fácil hacerse con la falda, el pantalón o el chaleco típicos porque estos días los comercios visten sus escaparates de canariedad para surtir a quienes peregrinan a Los Dolores. La romería es multitudinaria, acogedora y una de las experiencias más inmersivas en la esencia local. Caminos y carreteras se llenan de grupos de amigos o familias que comparten vivencias y enyesque (comida ligera) con quien quiera acompañarlos. Nuestra propuesta es partir de buena mañana desde la Casa-museo del Campesino, obra icónica de César Manrique que rinde homenaje al campo isleño.
4. Artesanía. Aprende las técnicas ancestrales
Nuestra inmersión en la tradición lanzaroteña tiene una cita inexcusable entre el 8 y el 15 de septiembre en la 34ª Feria Insular de Artesanía, que congrega en esta edición a noventa artesanos de toda Canarias y tiene a Chile como país invitado. Afinamos los sentidos ante la maravilla que se muestra a nuestros ojos, con técnicas ancestrales que ya realizaban los pueblos aborígenes. La artesanía local incluye tintes naturales, delicadísimas labores de bordado o cerámica de barro de Lanzarote. La visita a la Feria se convierte en un rito intercultural. Aprovechamos para preguntar a los artesanos y artesanas sobre las maderas de las que se hacen los timples, la leyenda de las figuras de Los Novios del Mojón, la delicadeza y constancia que llevan las labores de roseta, cestería y palma… Poco a poco nos vamos fundiendo con el carácter isleño, que tan bien representado está en el ámbito de la artesanía.
5. Folclore. Disfruta de ritmos coloristas
El folclore lanzaroteño es un tesoro preservado generación tras generación. Rara es la familia de la isla en la que alguno de sus miembros no toca el timple o baila en alguna agrupación. Por esta razón, la música tradicional es uno de los elementos estrella de la fiesta, con espectáculos como el Encuentro folclórico Nanino Díaz Cutillas, que este año se celebra el viernes, 8 de septiembre. Nos dejamos llevar por las isas, folías y malagueñas, por los ritmos de chácaras, tambores y guitarras; por los vuelos de las faldas, fajines y lazos de las vestimentas de los danzantes. Buscamos un buen sitio entre el público que llena la plaza de Mancha Blanca para asistir a este encuentro folclórico que encarna como ninguno la identidad del pueblo lanzaroteño.
6. Tinajo. Date un paseo por la historia volcánica
Seguro que, tras disfrutar de las fiestas y haber comprendido la idiosincrasia de Lanzarote, querremos saber más de su historia, y Tinajo nos brinda esta oportunidad. El municipio es el guardián de buena parte de los impactantes paisajes volcánicos de la isla. Dice Agustín de la Hoz en su libro Lanzarote: “Sobre un extraño y espeluznante paisaje, entre verdes, ocres y negros, se nos mete por los ojos el caserío de Tinguatón, nada más ni nada menos que aprisionado por cinco cráteres, a saber: Tinache, Caldera Quemada, Uga, La Caldereta y Guiguan”. Si queremos ampliar nuestros conocimientos, podemos acudir al Centro de visitantes e Interpertación de Mancha Blanca antes de visitar el Parque Nacional de Timanfaya. Y, si lo nuestro es el senderismo, podemos perdernos sin riesgo alguno por los caminos de Volcán del Cuervo, Montaña Colorada o Caldera Blanca. Saldremos impactados por los mares de ceniza y las formas volcánicas imposibles. Saldremos distintas, transformados, renovadas, un poco más lanzaroteños.