08. Álvaro Guzmán: mar, naturaleza y conciencia ambiental.












De tierra frondosa y verde, criado entre edificios altos y ruido, encontró en Lanzarote un lugar donde escucharse y respirar una intensa tranquilidad.
Enamorado del mar desde muy pequeño, un día estando en la playa, se percató que bajo sus pies había un mundo de colores y formas que no pertenecían al medio. Se trataban de microplásticos que el mar nos devuelve, recuerdos en forma de fragmentos de envases, envoltorios y demás utensilios desechables de nuestra vida cotidiana.






Inspirado por el espíritu y el arte de César Manrique, comenzó a hacer mosaicos de colores con los fragmentos que recolectaba de las costas, lo que le permitió convertir algo feo en algo bonito, utilizar el arte como un canal de denuncia reciclando la basura que se genera y una manera de cuidar la isla.


















Consciencia con el medio, es aprender a dejar detrás de ti, nada más que las huellas por donde pisas.












Cuando Álvaro camina descalzo sobre la tierra le hace sentir especial y percibir el lugar como mágico.
Le permite caminar más despacio pudiendo observar más detenidamente el medio que le rodea.