La artesanía de Lanzarote: carácter y conciencia ambiental
Muebles de diseño construidos con madera reciclada. Cerámica elaborada con barro de Lanzarote y técnicas aborígenes. Cestas de palma. Pañuelos teñidos con insectos.
¿Tienes afinados los sentidos? Vamos a disfrutar de la 32ª Feria de Artesanía de Mancha Blanca.
Toda aquella persona que visite Mancha Blanca del 10 al 15 de septiembre de 2021 saldrá del recinto sabiendo un poquito más sobre la historia de Lanzarote.
Esta vez, el viaje se concentra bajo una carpa, sin salir de un pequeño pueblo de Tinajo donde cada año, desde hace más de tres décadas, se exhibe el delicado trabajo de quienes practican diferentes disciplinas artesanas en Canarias.
Con el programa en la mano, nos disponemos a conocer los singulares oficios de 87 mujeres y hombres de todo el archipiélago.
Trenzar empleitas y conversar
Café, mantecado de canela, manga en su punto, pitaya roja y un pizco de queso fresco. Nos esmeramos con el desayuno porque vamos a pasar unas cuantas horas de stand en stand, subyugadas por las texturas, las técnicas, los acabados y las historias que nos contarán las manos autoras de los objetos que vamos a contemplar.
Una de las cosas más bonitas de la Feria de Mancha Blanca es recorrerla sin prisa y hacer muchas preguntas: interesarse por el proceso creativo y la técnica heredada que reside en las telas, vasijas y objetos que desfilan delante de nuestros ojos.
Lo primero que hacemos es acudir al Punto de Información del recinto para apuntarnos al taller de empleita que impartirá la artesana Yolanda Torres el sábado 11 de septiembre a las seis de la tarde.
Tenemos especial predilección por todo lo que cubra la cabeza y queremos saber cómo debe secarse el palmito (el centro de la palmera) para después trenzarlo y elaborar los tradicionales sombreros de Lanzarote, una labor sumamente trabajosa y delicada.
Yolanda mantiene viva la tradición en la Casa Museo del Campesino, enseñando a hacer empleitas a los visitantes con la materia prima que la naturaleza provee. Así crea el maestro Eulogio Concepción los balayos (cestas) en su pequeño taller de Haría, con un rítmico y exquisito baile de índices y pulgares.
La roseta, fino encaje de aguja
La artesanía conecta el presente con el pasado a través de la cultura que condensan los objetos. Ahí reside su importancia. La artesanía de Lanzarote dice más de pretéritos periodos históricos de la isla que cualquier entrada de la Wikipedia.
Nos explica una persona de Mancha Blanca que en los años 50 del siglo pasado, muchas mujeres de Lanzarote dibujaban con hilo y aguja un entramado geométrico sobre un pequeño cojinete llamado pique.
El resultado era la roseta, un fino encaje de inspiración floral que solía unirse a otros para constituir paños o manteles, que se compraban con mucho gusto en Madrid, Reino Unido y Alemania y que constituían un importante aporte a la economía familiares de la isla. También estas obras de arte textil decoraron las casas de Cuba, México y Venezuela.
De todo esto sabe, y mucho, Daniel Cabrera Panasco que el lunes 13 de septiembre a las seis de la tarde presentará su libro La industria de la roseta en Lanzarote desde 1898. Como las plazas son limitadas, ya nos hemos inscrito enviando un correo electrónico con nuestros datos a artesania@cabildodelanzarote.com
La roseta es uno de los cuarenta oficios artesanales tradicionales de Canarias en riesgo de desaparición y quizás esta feria consiga despertar el interés de las generaciones más jóvenes en esta labor.
El alma del barro, el color de una plaga
Hay un denominador común en las personas que practican algún tipo de artesanía: todas dicen sentir una relajante serenidad mental mientras tejen, amasan, pintan o cosen.
También tienen las labores artesanas otros efectos beneficiosos: nos hacen tomar conciencia del origen de los materiales que usamos, de las manos o las máquinas que los han manipulado, de la estética y de la ética de las cosas que nos rodean.
Por todas estas razones tampoco nos vamos a perder el taller de modelado de barro que imparte Aquilino Rodríguez el miércoles 15 al mediodía para la chiquillería de entre 4 y 12 años, ni el taller de tintes naturales de la Asociación Milana (17.00), que lleva muchos años enseñando a aplicar el carmín de la cochinilla en el teñido de telas y otros objetos.
El barro nos conecta con la tierra que sustenta la vida tal y como la conocemos. El carmín que se obtiene de infestar con cochinilla las huertas de tuneras de la comarca de Guatiza ayuda a conservar el paisaje y el ecosistema. El producto gana a los colorantes químicos industriales en todas las comparativas (brillo, durabilidad… ).
El listado de artesanías que podemos conocer en distintos ateliers privados de la isla es enorme: cuchillería, decoración de cristal, ebanistería, esmaltado, trabajo con fieltro, hojalatería, hilado de lana, jabonería… Las hay tradicionales y contemporáneas, ejercidas por gente muy joven y por otra con mucha más veteranía.
La artesanía es una forma de acariciar la raíz de un territorio.
Mientras apuramos una copa de vino de La Geria frente a un puesto de degustación de gofio, tenemos sensación de que estar ligados, ya para siempre, a los orígenes y al futuro de esta tierra de Lanzarote.
Imágenes de Artesanía Lanzarote y CACT Lanzarote