Después de haber visto desde la orilla del Risco de Famara a la más rubia del Archipiélago Chinijo, se nos hace la boca agua, pensando en sus playas doradas, sus plácidas casas tendidas en el lienzo ocre arenoso o en el mar turquesa que la acaricia. Esta isla es para viajeros especiales, sensibles, que saben disfrutar de la naturaleza, del silencio, de la belleza, y cómo no del sol y de playas solitarias.
La Graciosa es probablemente uno de los pocos lugares de Europa donde todavía no hay carreteras asfaltadas. Es la más desconocida y la que derrocha más serenidad de las Islas Canarias.
CÓMO LLEGAR
Existen líneas regulares de ferrys desde el puerto de Órzola, con una frecuencia aproximada de salidas cada 30 minutos. Consulte las compañías que operan, horarios y precios en el siguiente enlace: transporte marítimo.
CONSEJOS
La Graciosa no es un lugar para el turismo de masas, se trata de una isla ideal en la que nos podemos olvidar literalmente de los zapatos. En cuanto a la ropa, es imprescindible traje de baño y un jersey ligero para la noche. Indispensable venir provisto con crema solar de protección alta, y una visera, ya que cuando nos alejemos de Caleta del Sebo, no será fácil encontrar sombra.
ALOJAMIENTO
La oferta de alojamiento de La Graciosa es nueva y bien cuidada. Es preferible hacer la reserva antes de llegar a la isla, sobre todo en Carnaval, verano, durante las Fiestas del Carmen (16 de julio), Semana Santa y vacaciones de Navidad. Siempre es posible encontrar información previa en internet, en oficinas de información turística o agencias de viaje.
En Caleta de Sebo es donde se concentra toda la planta alojativa con pensiones, casas para estancias prolongadas, apartamentos, incluso una zona de camping acondicionada con zona de ducha y baños.
EXCURSIONES MARÍTIMAS
Desde la Isla de La Graciosa se pueden hacer excursiones a los Islotes que pertenecen a la Reserva Marina y admirar un paisaje bellísimo que aún permanece intacto. Estas excursiones suelen detenerse en alguna de las fabulosas playas donde podemos maravillarnos con los fondos submarinos, deslizarnos por divertidos toboganes o pasear en una banana gigante.
En las excursiones suelen estar incluido el almuerzo, que bien puede ser una energética y suculenta paella acompañada de una refrescante sangría o algún plato típico de la Isla. Sin duda estas excursiones nos ofrecerán la posibilidad de ver otras panorámicas de los Islotes menos accesibles que son absolutamente sorprendentes.
LA GRACIOSA EN BICICLETA
Otra magnífica alternativa de conocer La Graciosa y sus exóticos paisajes, es subirse a una bicicleta. Existen senderos que nos conducirán a los rincones más especiales de esta geografía exigua, senderos que debemos seguir sin desviarnos de su trazado para evitar erosionar o deteriorar el terreno.
Aunque junto con nuestro equipaje podemos embarcar nuestra bicicleta, existen en Caleta de Sebo establecimientos donde se pueden alquilar, además de ayudarnos si sufrimos algún pinchazo o avería. Naturalmente que la aspereza del suelo exige que la bici esté pertrechada para circular por terrenos hostiles, ya que no existen pistas que suavizarán nuestro recorrido.
RESERVA MARINA DEL ARCHIPIÉLAGO CHINIJO
La isla de La Graciosa se enmarca dentro de la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo (Chinijo es un gentilicio local que significa pequeño, se utiliza sobre todo para referirse a los niños). Con 70.700 hectáreas, es la mayor reserva marina de Europa y un área de excepcional valor paisajístico. Esta reserva se circunscribe en los municipios de Teguise y Haría y está formada por los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste o del Infierno y el risco de Famara. Fue creada en 1995 con el objeto de garantizar la explotación sostenible de los recursos pesqueros. Entre otras medidas de protección, queda prohibida toda clase de pesca marítima y extracción de especies vivas, aunque está permitida la pesca profesional de salemas y especies pelágicas migratorias con aparejos de anzuelo y las artes tradicionales de la zona, así como la pesca de recreo a no menos de 2 millas de este espacio acotado.
Un factor determinante de su riqueza natural es el entorno marino que lo circunda, que desde el punto de vista biológico, es uno de los más ricos y variados de Canarias. Hasta el momento se han catalogado 304 especies de macroalgas marinas, lo que representa un 53,15% de la florula total del Archipiélago Canario y es la zona de las Islas con mayor índice de diversidad de especies de macroalgas.
Los recursos de estas aguas explican la abundancia de aves marinas, que encuentran en ellas la base de su alimentación. Esto ha motivado que el parque haya sido declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y es por definición un área de sensibilidad ecológica. La población más numerosa es la Pardela Cenicienta (entre 7.500 – 10.000 parejas), considerada la mayor colonia del territorio nacional. Entre las especies más raras y amenazadas, se encuentra el Paiño Pechialbo o (rapaces como Cernícalo), Lechuzas, el Halcón de Leonor o «Aleta» (Falco Eleonorae) y el Guincho o Águila Pescadora (Pandion halla etus).
Otro de los valores potenciales más significativos de esta Reserva Marina, lo constituyen, sin duda, las referencias históricas sobre la presencia de la foca monje (Monachus monachus). Este vertebrado marino, que se encuentra hoy en peligro de extinción a nivel mundial, sobrevivía gracias a la tranquilidad y riqueza biológica que ofrecían estas costas, con abundantes cuevas y jameos donde se refugiaba y reproducía. Actualmente, Alegranza es uno de los territorios potenciales para la reintroducción de poblaciones de esta foca, muy esquilmada y expoliada en las cercanas costas mauritanas y mediterráneas.
Dentro de esta reserva se establece también una zona de máxima protección, denominada Reserva Marina Integral, comprendida en el área de un círculo de una milla de radio, centrado en el Roque del Este. En esta zona queda prohibida la realización de cualquier tipo de pesca marina o extracción de especies vivas y solo se puede acceder con fines de interés científico y autorización expresa de la Consejería de Pesca del Gobierno de Canarias.