Las mil vidas del Carnaval de Arrecife
Una forma de desaparecer del mundo y redescubrirlo al otro lado de una mascarita
Durante el Carnaval de Arrecife una sensación de libertad se apodera de quien se deja mecer por la música de comparsas y verbenas, así como por la alegría de murgas y desfiles. Febrero es el momento de participar de esta sana mezcolanza en una fiesta tan espectacular, acogedora y segura como lo es la propia isla de Lanzarote: ¿me conoces, mascarita?
Carnaval a 20 grados
Sin duda, la principal ventaja del Carnaval de Arrecife es el clima primaveral que acompaña a la fiesta invernal por excelencia. Anima saber que en la calle la temperatura no baja de veinte grados a ninguna hora del día o de la noche, lo que abre casi infinitamente las opciones de disfraz. Destierra los peluches y elige tu vestimenta sin temor al frío. Piensa que en cualquier momento puedes querer darte un chapuzón en la playa urbana de El Reducto.
Entorno monumental y seguro
La espectacular marina de Arrecife enmarca esta festividad entre el horizonte atlántico y los monumentos de la ciudad. Los participantes en las verbenas, el Entierro de la Sardina o el Carnaval de Día comparten espacio con el Castillo de San Gabriel, el Puente de las Bolas o el Muelle de la Cebolla. Aunque se mimetizan en el paisaje festivo, no pierdas la oportunidad de contemplar de cerca estas joyas arquitectónicas.
Espectáculo total
Los Carnavales vienen a revolucionar la apacible vida cotidiana de los lanzaroteños, que llevan en su ADN la creatividad artística. Son los propios arrecifeños los protagonistas de este inmenso espectáculo para el que trabajan durante meses diseñadores de vestuario, músicos, letristas, bailarines y escenógrafos. El concurso de murgas y las galas de Reina del Carnaval y Drag Queen son los mejores escaparates de esta faceta de la cultura local.
El Almacén de Manrique
El genio lanzaroteño César Manrique también ha dejado su impronta en las carnestolendas como impulsor del centro cultural El Almacén, un laboratorio cultural que desde su creación en los años 70 se ha convertido en el centro neurálgico de la fiesta. Ya sabes: si quieres vivirla como lo hacemos en Lanzarote, es imprescindible que te dejes caer por el mítico bar del centro, su sala de cine, que acoge cada año un espectáculo de cabaret canalla, o por los ventorrillos (chiringuitos) de la plaza aledaña, junto a uno de los escenarios callejeros.
Carnaval Porteño, familiar y gastronómico
Y si viajas con niños, los carnavales de Arrecife son perfectos para disfrutar de la parte más amable de la fiesta. El programa de actos viene cargado de propuestas familiares, como las galas de elección de la Reina infantil y, entre los encuentros diurnos, el Carnaval Porteño. El sábado de Carnaval, la avenida marítima, pero en general todo el casco histórico, es un hervidero de mascaritas. Las actuaciones, donde nunca faltan los ritmos latinos, acompañan durante todo el día y también se celebra la Fiesta de la tapa, una experiencia gastronómica a buen precio, que ayuda a reponer fuerzas.
El más antiguo de Canarias
El Carnaval de Arrecife es el más antiguo de Canarias y hace gala de ello conservando tradiciones centenarias. Una de las más esperadas cada año es el pasacalle de Los Buches, la parranda marinera que recorre las calles con sus timples, requintos o acordeón, asustando a quien se cruza en su camino a golpe de buche (vejiga de pescado hinchada y curtida). Los Buches, vestigio del Arrecife porteño decimonónico, son uno de los símbolos identitarios del carnaval, imbuido hoy de diversas culturales internacionales.
Una experiencia inmersiva y segura
No nos queda más que invitarte a nuestro carnaval, original y proporcionado a las dimensiones de la capital de la isla, alejado de aglomeraciones y completamente seguro. Atrévete con un disfraz, cualquier elemento sirve, lánzate a las calles, de día o de noche, mézclate en la fiesta, baila hasta el amanecer con comparsas y batucadas, vive las mil vidas del carnaval más antiguo de Canarias y regresa a tu cotidianeidad con un secreto que no querrás compartir: haber sido una mascarita más en Arrecife.