Los nueve mandamientos del Carnaval de Arrecife
Si estás en febrero en la Isla, ponte la mascarita y lánzate a vivir una fiesta alegre y desinhibida.
Comencemos este blog planteándonos algo: ¿por qué nos gusta tanto transformarnos en otras personas, vivir experiencias nuevas tras una máscara o bajo una peluca?
Mijaíl Bajtín definió el carnaval como el reverso de las convenciones y los estereotipos. Pues bien, te diremos algo: en Lanzarote llevamos siglos comprobando cuánta razón tenía el filósofo. Nuestras carnestolendas son recogidas, sin aglomeraciones, pero muy intensas y genuinas.
Estos son los nueve mandamientos de nuestro carnaval:
Serás una mascarita alegre y tolerante
No olvides que esta no es una fiesta más. Es una celebración transgresora, donde los roles sociales se invierten y prima la libertad. Las murgas recurren en sus letras a la parodia, la sátira y la crítica social y los artistas drag queenllevan al extremo la sobreactuación sin convencionalismos. En Lanzarote vivimos el carnaval con una actitud abierta y tolerante. Te aseguramos que el alma sale enriquecida.
Vivirás la experiencia con disfraz
El segundo mandamiento del carnaval implica una inmersión cultural, lo que pasa irremediablemente por llevar un disfraz. Cualquier elemento vale. Si estás en Arrecife, un sombrero de vaquero te introducirá de lleno en el Lejano Oeste, la alegoría de este año. Lo importante es perderse entre la gente, callejear en busca de la verbena, asistir a la gala de elección de la reina o al pregón que dará Kike Pérez o curiosear el ambiente de El Almacén, que propone dos duelos al sol en el icónico espacio de encuentro cultural creado por César Manrique.
Practicarás la fiesta de kilómetro cero
Si cumples este mandamiento, mejorarás exponencialmente tu experiencia carnavalera. Procura alojarte en un hotel cercano a la fiesta y evita desplazarte en coche. También es buena idea alquilar una bici durante tu estancia en Arrecife, lo que te permitirá conocer los bellísimos rincones de la capital. El paseo marítimo recorre toda la marina, donde se ubican monumentos históricos como los Castillos de San José y San Gabriel, el Puente de las Bolas o los muelles comerciales que hablan de la historia de esta ciudad marinera.
No arrojarás residuos
Seguir este mandamiento es especialmente importante en una isla Reserva de la Biosfera y referencia mundial de sostenibilidad. Aunque los cosos (desfiles), verbenas y espectáculos ocupan avenidas enteras y convocan a gran cantidad de público, nuestra norma es dejar el lugar en las mismas condiciones en las que lo encontramos. Evitemos daños al mobiliario urbano y vertidos de residuos. En Lanzarote disfrutamos el doble cuando contribuimos a preservar nuestro entorno.
Amarás la cultura marinera
“Desde que llega febrero los marinos van llegando y para los carnavales los buches se van hinchando”, dice una antigua canción que se entonaba hace décadas con la vuelta de los barcos de pesca por las carnestolendas. Aunque la economía local ha variado mucho, no lo ha hecho la atmósfera tradicional que aflora en cada esquina. Un consejo: si aparecen Los Buches, con sus caretas de red, pañuelos en la cabeza y hombros con flor al pecho, cintas en la montera y guantes blancos, no huyas de sus sonoros, aunque indoloros buchazos, que propinan con característicos buches de pescado secados e inflados. Mejor aprovecha para conocer sus canciones marineras al son de timples, guitarras y foritos (acordeones). No olvidarás este encuentro con el acervo arrecifeño.
Honrarás los sabores isleños
Este es un mandamiento gastronómico del carnaval. Visita los ventorrillos (puestos callejeros, antes con techo de palmera, donde se despacha comida y bebida). Entre sus exquisiteces están el sancocho canario, las tortillas de Carnaval con miel negra y queso fresco, la carne de fiesta, el ron miel o los bocadillos de pescado para “sentar las madres”. Otra manera de cumplir con el ritual es sumergirse en el carnaval de día, un auténtico acontecimiento que tendrá su centro neurálgico en la plaza de El Almacén. No te pierdas las propuestas culinarias de su Bar Picasso.
Venerarás la música
Sí, el carnaval de Lanzarote es sinónimo murgas, verbenas con orquestas en directo y conciertos de grandes artistas (este año nos visita Omar Montes), que se suben al escenario de la zona marinera de Puerto Naos. Pero también bulle la música y el baile en las calles de la ciudad, con batucadas y comparsas que alegran el corazón con sus ritmos brasileños y africanos.
Presentarás tus respetos a la sardina
Sentimos comunicarte que la fiesta más luminosa y alegre del año también llega a su fin. Has cumplido con creces el protocolo, viste los concursos de murgas y la gala de elección de la reina del carnaval, disfrutaste con las batucadas, los drags queens, los desfiles de carrozas… Pero ahora hay que echar el cierre. Vístete de luto para presentar tus respetos a la sardina (o el guachinango), cuyo cortejo fúnebre tendrá lugar el 14 de febrero. No llores, quizá no todo esté perdido.
Seguirás el instinto carnavalero
Decimos que quizá no todo esté perdido porque en Lanzarote el carnaval es una fiesta continua que inaugura Arrecife y sigue por el resto de los municipios en sucesivos fines de semana. Estas fiestas locales guardan sorpresas inimaginables. Si eres amante de las tradiciones, en Haría, San Bartolomé o Tinajo se celebran unas carnestolendas recogidas y muy inclusivas. Si prefieres la fiesta espectacular, Puerto del Carmen, Costa Teguise y Playa Blanca te esperan. Así que, ya sabes, a tu regreso guarda la mascarita de Lanzarote, que fue por unos días pasaporte a un mundo creativo y liberador.